Fallece Neli Sierra, miembro de la Asociación

RECORDANDO A NELI SIERRA.

 

El pasado 9 de marzo falleció en Madrid María del Carmen Nélida Sierra, viuda de Eduardo Hevia, Neli para los familiares y amigos. Nacida en Colunga en 1932, contrajo matrimonio en 1957, iniciando entonces una aventura en común que tuvo un punto de inflexión en 2018 con el fallecimiento de su marido y que culminó recientemente con su propia defunción. La obra que construyeron entre los dos es admirable: 61 años de matrimonio, 7 hijos, 17 nietos y 4 bisnietos ( él solo conoció a tres pero ella tuvo oportunidad de disfrutar del cuarto).

 

Neli pertenece a una generación de mujeres bastante común en su juventud que tuvo siempre como objetivo prioritario la creación de una familia numerosa. Pese a su preparación, optaron por sacrificar otras facetas de su vida como la profesional y concentrar sus esfuerzos y energías en el desafío familiar. Todo ello exigió a menudo grandes dosis de sacrificio y renuncia.

 

Nuestra madre fue una persona buena, generosa y alegre, el pilar fundamental de la familia, el eje sobre el que giraba la existencia de todos y cada uno de los miembros del grupo familiar. Ella se volcó en nuestra educación, vivió nuestras penas y dificultades como si fueran suyas y liberó a su marido de numerosas cargas de manera que éste pudiera tener una importante carrera profesional. En ella encontramos siempre amor, ternura y comprensión. Y dado su carácter equilibrado y sereno fué para el resto de los miembros de la familia una fuente de estabilidad y armonía. Eso sí, con Colunga como entorno natural y vital, como nexo poderoso de unión, como pulmón y corazón de nuestro clan.

 

Al despedirla experimentamos un sentimiento de profundo agradecimiento por todo lo que nos dio en vida, por los valores que nos transmitió, por la sólida y firme familia que junto a su marido supo crear y traspasar a sus hijos. Y lo hicieron en un ambiente de libertad, tolerancia y generosidad. Nos queda ahora a sus descendientes la hermosa tarea de mantener viva su memoria.

 

Jorge Hevia Sierra

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