«JUAN CUETO SIERRA, chileno y español universal” artículo de Jorge Hevia en LNE de 23-01-2024

JUAN CUETO SIERRA, chileno y español universal


Acaba de fallecer en Santiago de Chile a los 94 años de edad el empresario
hispano-chileno Juan Cueto Sierra. Nacido en la villa de Colunga en 1929,
emigró a Chile con su madre y sus hermanos en plena Guerra Civil cuando
tenía 7 años de edad. Su padre había sido alcalde republicano en Colunga y
pudo salir de España con su familia pero prefirió quedarse mientras no
terminara la contienda. Sería posteriormente detenido y fusilado,
convirtiéndose en una víctima más de esa gran tragedia que fue la Guerra
Civil española.
La peripecia vital de Juan Cueto es una historia de éxito desde el punto de
vista profesional y familiar. Desde edad muy temprana demostró tener gran
vocación por el mundo de los negocios. Estudió Contaduría e hizo algunas
primeras incursiones en el mundo de los negocios abriendo el Café
Campoamor y, más adelante, una fábrica de artículos de cuero. A finales de
la década de los 70 adquirió Fast Air, una pequeña línea aérea de carga y el
único negocio que pudo conservar después de que, durante la crisis de los
80, el Gobierno chileno procediera a la intervención de los bancos, en
algunos de los cuales tenía participaciones. Con Fast Air y la ayuda de sus
hijos Juan Cueto reconstruyó su grupo empresarial, especialmente cuando
en los años 90 el Grupo Cueto adquiere la Aerolínea LAN CHILE.
Posteriormente LAN se fusionaría con la brasileña TAM dando nacimiento a
Latam Airlines, el holding aéreo más grande de América Latina. En 2012 se
retiró del directorio de Latam, aventura que consideraba la culminación de
su vida como empresario.
Se sentía chileno hasta la médula pues Chile era el país que le había
acogido junto a toda su familia, en el que se había casado y formado una
numerosa familia. Ello no le impidió mantener vivas sus raíces españolas y
su vinculación con el país en el que había nacido, así como conservar
siempre un profundo amor a Asturias. Al pueblo en el que nació venía con
relativa frecuencia y, en el tramo final de su vida, llegaba a pasar largas
temporadas. Era fácil verle en la cafetería en la que solía reunirse con sus
amigos de infancia o sus parientes, así como en los muchos restaurantes
del Concejo donde disfrutaba de una gastronomía que apreciaba de manera
muy especial. Y eran muchas las personalidades chilenas que venían a
visitarle durante sus estancias en Colunga.
En una entrevista que le hicieron en 2011 hacía la siguiente declaración:
“Para mí, Colunga, es mí paraíso. Tierra de mis antepasados. Baúl de mis
recuerdos. Es mi origen, algo que se valora sobremanera cuando uno tiene
que irse fuera. Colunga es saludar a los amigos, pasear por sus calles en un
ambiente cordial, tomarse algo con los conocidos, charlar con los
colungueses en cualquier punto, recorrer sus bares y tabernas, muchos de
ellos ya existían hace muchos años…Me encanta la estructura del pueblo,
su vida de cafés, la conversación. El lugar que más me gusta es el
Ayuntamiento ya que me trae muchos recuerdos de la infancia junto a mi

padre cuando era alcalde. Colunga es bella a pesar del tiempo. Yo paso
ahora dos meses al año aquí. Mis hijos también suelen pasar algún tiempo
en esta tierra”.
A lo largo de su vida recibió numerosos reconocimientos y distinciones: Cruz
de Isabel La Católica, ciudadano ilustre del Principado de Asturias,
Embajador de la Marca España, por citar solo algunos.
Pese a su brillante y exitosa trayectoria empresarial, Juan Cueto, como
buen patriarca, consideraba a la gran familia que creó junto a su mujer
Sonia, uno de sus mayores logros. Todos sus hijos tienen hoy
responsabilidades profesionales destacadas y han contribuido a consolidar el
apellido Cueto como una referencia en el mundo empresarial chileno.
Descansa en paz, tío Juan.

Jorge Hevia Sierra

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