Historia del libro “VERDE Y AZUL. Testimonios y vivencias del Concejo de Colunga”.

  1. Génesis del libro. En Julio de 2003 presentamos en Madrid el libro “El canto del ruiseñor. Conversaciones con Eduardo Hevia, economista y auditor.” En ese acto hablamos de la posibilidad de embarcarnos en otra aventura editorial. Allí nació el embrión de “Verde y Azul”. En el verano de 2003 sondeamos a varios amigos para ver qué opinaban de nuestro proyecto. La idea que fue tomando forma pasaba por pedir una colaboración a diferentes personas que si bien no residían habitualmente en las diversas localidades que integran el Concejo de Colunga sí se habían vinculado estrechamente o pasaban ciertas temporadas del año en alguna de ellas, hasta el punto de que muchos se consideran hijos adoptivos del Concejo. En marzo de 2004 enviamos la primera circular a una treintena de personas exponiendo las líneas maestras del proyecto.

Les pedíamos un texto breve, escrito desde las circunstancias personales de cada uno, con objeto de que el producto final fuera más rico y variado. Y dimos una gran libertad a todos los participantes para que aportaran lo que estimasen más interesante. De hecho, algunos optaron por entregarnos un poema o un cuento. También pedimos que nos sugirieran nombres de otras personas que podrían sumarse a nuestra aventura y que por tanto debían ser invitadas a participar en el libro. Así llegamos a las 51 contribuciones que componen el libro que presentamos primero en Oviedo, en la Sala de “La Nueva España” el 18 de marzo de 2005, y posteriormente en Colunga en agosto del mismo año.

Se habló mucho del libro y de las distintas colaboraciones durante muchos meses y todavía hoy bastantes personas nos sugieren la conveniencia de acometer una segunda edición de la obra, empresa en la que nos gustaría embarcar a la AACC. Prácticamente todo se hizo con mucha rapidez puesto que en ocho meses habíamos concluido el trabajo.

 

  1. Buscamos un equilibrio entre los distintos pueblos y villas que integran el Concejo. No siempre lo conseguimos pues quedaron algunos huecos (por ejemplo, Pernús o Pivierda). También hicimos un esfuerzo para que la mujer estuviese convenientemente representada. Optamos por invitar a participar a aquellos que no residían habitualmente en el Concejo pero que sí pasaban algún tiempo o ciertas temporadas en el mismo. Porque, en caso contrario hubiera sido muy difícil invitar a unos y dejar a otros fuera. Inevitablemente se produjeron muchas lagunas (todavía hoy me encuentro gente que me reprocha no haberle invitado a escribir un texto), pero en cualquier caso en ningún momento hubo maldad ni mala fe por nuestra parte.

 

  1. En el plano personal fue una gran satisfacción trabajar una vez más con mi padre. A sus 75 años estaba –al igual que hoy con 88- en plena forma y mantenía una gran lucidez en su capacidad de análisis, de planificación y de ejecución de proyectos concretos como el que acometimos con la publicación del libro. Para mí fué un placer asumir las tareas de coordinación de la obra. De hecho, a algunos de los colaboradores los conocí personalmente mientras llevábamos a cabo nuestro proyecto. Pude descubrir nuevas facetas de nuestro Concejo a medida que iban llegando nuevas contribuciones. Y fué maravilloso comprobar el cariño y el afecto que las distintas localidades que integran el Concejo generan en las gentes que desde hace años y por razones de diversa índole se han ido vinculando estrechamente a las mismas.

 

  1. Importancia del libro. Creemos que la obra supone una buena contribución al Concejo y a su historia. Es increíble la cantidad de gente que aparece por sus páginas. Recuerdo que Moncho, José Ramón González Cabezas, me dijo que deberíamos haber hecho un índice de personajes, pero eso era pedir demasiado. También entraña una interesante aportación al debate que vivimos en los últimos años sobre cómo debe planificarse el futuro del Concejo.

 

  1. Nos gustaría aprovechar esta ocasión para reiterar nuestro agradecimiento a todos los que hicieron posible el libro. Por encima de todo, a quienes nos proporcionaron un texto. Yo destacaría que casi todas las contribuciones tienen un carácter muy personal y que están hechas a menudo más con el corazón que con la cabeza. También a los patrocinadores: CajAstur, Juan Cueto Sierra, a Peris Correduría de Seguros y al pintor Humberto Alonso, a Conchita Cifuentes y María Angeles Arce que trabajaron con los textos y a la imprenta Gofer de Oviedo. Por último, a los tres puntos de distribución que generosamente accedieron a colaborar en la venta del libro. Nuestro añorado Mario Suárez, del Café La Esquina, Laura Montero, de la librería Villaverde y a la propietaria de la otra librería que se sumó al proyecto cuando ya el prólogo de la obra estaba hecho y por tanto no pudimos mencionarla en nuestras palabras de reconocimiento.

 

Decidimos entre todos los autores donar el dinero recaudado con la venta del libro -si mi memoria no me falla fue una cifra cercana a los 12.000 euros- a la Obra Asistencial para la tercera edad conocida como “Los Asilos de Colunga”, creada a principios del siglo pasado. Fue una hermosa satisfacción donar esa cantidad a los responsables de la institución.

 

Como se señaló antes, el libro se presentó en Colunga en verano de 2005 en un acto que llevamos a cabo en los locales de la vieja Escuela. Recuerdo que la sala estaba abarrotada de gente y que se palpaba un sentimiento generalizado de alegría y entusiasmo por una obra en la que habían participado más de 50 personas, unidas todas ellas por el amor y el afecto a ese trozo privilegiado de la tierra asturiana que es el Concejo de Colunga.

 

JORGE HEVIA SIERRA

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