«NOTAS SOBRE ANGELES VILLARTA (1913-2018)»

NOTAS SOBRE ANGELES VILLARTA TUÑÓN (1913-2018)

Notas basadas en las tres entregas de la entrevista a Angeles Villarta, publicada en “La Nueva España” los días 24, 25 y 26 enero de 2010.     Entrevista realizada por J. MORÁN.

Angeles Villarta nació en Belmonte de Miranda en 1913. Era hija del doctor Pedro Villarta Encinas, histórico médico de Lastres, quien se adelantó años al famoso personaje “Doctor Mateo”, de la popular serie de televisión. Tras una dilatada existencia Angeles fallecería en su casa de Madrid en noviembre de 2018, cuando estaba a punto de cumplir los 105 años de edad, siendo enterrada poco después en Lastres, según su deseo.

Cuando contaba unos 4 años, en 1917, su familia se trasladó a Lastres, donde se conserva la casa familiar, que precisamente ha servido de fondo a la citada serie «Doctor Mateo» y podría en el futuro convertirse en un museo.

La familia de su padre era natural de Alameda de la Sagra (Toledo), mientras que su madre era asturiana, de Belmonte de Miranda. D. Pedro, hijo de un veterinario, marchó muy joven a Madrid a estudiar Medicina. Fue alumno y discípulo de Santiago Ramón y Cajal, con el que mantuvo amistad.

Al terminar la carrera de Medicina, D. Pedro trabajó primero en un pueblo de Guadalajara y luego en Olloniego. Transcurrido un tiempo, obtuvo plaza de médico en Belmonte de Miranda. Allí se estableció y se casó con María Tuñón, hija de un indiano que había estado en Cuba.

  1. Pedro Villarta había trabajado en Lastres haciendo suplencias médicas y se sentía muy a gusto entre sus gentes por lo que con el tiempo decidió establecerse en esta localidad marinera. En Lastres recibiría las visitas de muchos amigos, como su maestro Ramón y Cajal, gran aficionado a la fotografía, o el padre del poeta Pedro Salinas.

A la edad de 11 años Angeles, junto a su hermana Maruja, es enviada a Friburgo, el cantón suizo católico, donde estudiará hasta 1936. Allí estuvieron muchos años sin venir a España, y eran sus padres quienes iban a verlas unos días en el verano. En Friburgo, Angeles también empezó a estudiar Comercio en la “École Superieure de Commerce”.

En 1936 las dos hermanas regresan a Lastres. Ángeles tenía 20 años. Por entonces estalla la Guerra Civil en España. D. Pedro decide quedarse en Lastres y no esconderse, pero es detenido e ingresa en la Iglesiona, en el Sagrado Corazón de Gijón, convertida en prisión. Estuvo a punto de ser fusilado, pero gracias a la ayuda del secretario del Ayuntamiento de Belmonte, se salvó milagrosamente.

El dominio de idiomas adquirido por Angeles durante sus años de estudios en Suiza le permitió incorporarse, al término de la Guerra Civil, a la sección de Prensa y Propaganda del Auxilio Social, el organismo creado por el franquismo para atender a niños afectados por la contienda.

En Madrid terminó los estudios de Comercio que había iniciado en Suiza, y fue a la Escuela Oficial de Idiomas y a la Facultad de Filosofía y Letras. Obtuvo los títulos de profesora mercantil y de profesora de Francés.

Ángeles Villarta se dedicará al periodismo, a la literatura y a la labor editorial, siendo una auténtica mujer pionera en todos esos campos. Cuando terminó la guerra, trabajó para el diario “Madrid” y colaboró con el semanario «Domingo», que había fundado y publicado en San Sebastián Luis Antonio de Vega y que luego pasaría a Madrid.

También con Luis Antonio de Vega impulsaría pocos años después la colección «La Novela Corta», con la idea de recuperar las publicaciones de narrativa breve de antes de la guerra. Más tarde inició la editorial Las Gemelas, que publicó varios libros, entre ellos «Idilios y fantasías» de Pío Baroja. Cultivó la amistad de Baroja y de Fernández-Flórez y se introdujo en las tertulias literarias de la época.

Fundó la revista humorística «Don Venerando», que intentaba tener un tono más popular que el de «La Codorniz».

Además de publicar en el diario «Madrid», colaboró con el «ABC» y, sobre todo, con el «Ya», realizando entrevistas, reportajes y viajes. Y trabajó en “La Nueva España”. Cuando ella comenzó en el mundo del periodismo, con la excepción de Josefina Caravias, apenas había mujeres en él. Colaboró en Televisión Española con el programa «El alma se serena», en el que intervenían escritores, y también con Radio Nacional de España.

Uno de sus libros más interesantes es «Mi vida en el manicomio», en que narra los días que estuvo internada en un psiquiátrico. Quería vivir una experiencia similar a la que había tenido su amigo el poeta Emilio Carrere, quien se había salvado durante la Guerra Civil, ocultándose en un manicomio en Madrid. No fue aceptada por el director en el manicomio privado donde Carrere se había ocultado, pero tuvo mejor suerte con el director de La Cadellada en Oviedo, el doctor Pedro Quirós, amigo de su padre. Tenía 30 años y estuvo una semana ingresada como una enferma más, en la sección de mujeres.

Escribió cuentos infantiles en el semanario «Domingo». Publicó también poemas: «In septima legion», «La taberna de Laura», «Católica», «Fervor de Madrid» o «Costa verde». Recibió en 1953 el premio «Fémina» por la novela «Una mujer fea», en la que aborda la situación de una mujer marginada por su fealdad.

Sin duda la vida de Angeles fue larga y plena, con notable protagonismo en la cultura, el periodismo y la literatura de buena parte del siglo XX en España. Tanto ella como su padre son un orgullo para la villa de Lastres y para el Concejo de Colunga.

Deja un comentario