Reflexión de Santiago Caravia sobre «El patrimonio cultural del Concejo de Colunga de cara al porvenir»

El patrimonio cultural del concejo de Colunga de cara al porvenir

Para conocer las propuestas de cara al futuro sobre el patrimonio cultural del concejo de Colunga habría que empezar a leer por el final, por las “Conclusiones”. Lo que sigue inmediatamente son algunas notas y consideraciones sobre cuestiones relacionadas con el tema que intentan modestamente aclarar el sentido de las citadas conclusiones.

 

Concepto de patrimonio cultural

Preferiblemente a divagar sobre cuestiones conceptuales generales, habría que empezar para entendernos por delimitar desde un punto de vista práctico el concepto mismo de patrimonio cultural. Para ello, podemos servirnos sin más de las definiciones, más o menos complementarias, contenidas en la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (en el párrafo [4] del preámbulo), y de la Ley 1/2001, de 6 de marzo, del Patrimonio Cultural [de Asturias] (párrafos [8] y [9] del preámbulo). En la ley asturiana se recoge, como novedad con respecto a la ley estatal, ésta bastante anterior en el tiempo, el patrimonio inmaterial, del cual también podemos encontrar definición más reciente en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, (Art. 2), auspiciada por la UNESCO en 2003 y ratificada por España en 2006, que impone a los estados firmantes determinadas obligaciones con respecto al citado patrimonio.

Las citadas definiciones son además especialmente útiles en las relaciones de la sociedad civil con las administraciones públicas, que comprenden muy bien de qué se les habla cuando se citan conceptos incluidos en textos legales que determinan sus responsabilidades y decisiones.

 

Qué bienes integran el patrimonio cultural de Colunga

Una de las primeras cuestiones que interesa abordar en cuanto al patrimonio cultural colungués es por qué cosas está constituido en realidad. Sobre esto tenemos algunos instrumentos, que son necesariamente parciales, unos más completos que otros. Sobre determinadas secciones, como el patrimonio inmaterial, apenas existe información institucional directa. Accesibles directamente al ciudadano existe un valioso catálogo urbanístico del concejo de Colunga (Fichas de elementos catalogados), con varias secciones según el tipo de bienes protegidos, y los Listados de bienes de interés cultural y del inventario del patrimonio cultural de Asturias publicados por la Administración del Principado, estos últimos con muy escasa información[1], casi inservible para el ciudadano común, aunque aparentemente más actualizados (2021) que el catálogo urbanístico del Ayuntamiento de Colunga (2012). En la información oficial se hace, de acuerdo con las normas legales, distinción entre bienes de importancia máxima o BIC (bienes de interés cultural) y bienes patrimoniales de importancia menor (bienes simplemente constitutivos del patrimonio cultural)

Debido a las posibles deficiencias de actualización en algunos de los inventarios oficiales citados, así como a los avatares de los bienes mismos, puede suceder y sucede que algunos de los bienes inventariados presente actualmente un deterioro más acusado, o incluso que el bien no exista ya en la realidad, pues la protección no impide en la práctica ni el progresivo deterioro ni la ruina de un bien particular cuando ni la propiedad ni la Administración tienen recursos para evitarlos. Un caso preocupante en este aspecto es la situación del patrimonio etnográfico, constituido por una gran cantidad de bienes. Un subgrupo muy numeroso del mismo son los hórreos y paneras que, aunque han podido beneficiarse durante años de las subvenciones del Principado para su conservación (suspendidas en algunos ejercicios), si bien esas subvenciones vienen cubriendo económicamente solamente una parte de las obras necesarias, son muy exigentes en cuanto a requisitos, y a veces la propiedad  puede acabar por abandonar el propósito de restauración por falta de medios económicos para afrontar la parte no subvencionada, por dificultades burocráticas o por otras razones. En consecuencia, hay algunos elementos de este patrimonio en mal estado o en proceso de franca ruina. Pero otro peligro amenaza: la falta de uso definido hoy día de hórreos y paneras, por disminución de la actividad agroganadera, es un grave riesgo para el futuro de estas construcciones, que se pueden ver amenazadas o agredidas cuando pueden ser percibidas crecientemente como un estorbo sin utilidad real. Determinadas asociaciones de la sociedad civil, como la Asociación de Amigos del Hórreo Asturiano, creadas no hace mucho, se ocupan de la organización de actividades sobre la difusión y conservación de este patrimonio y su problemática. Posiblemente la colaboración con entidades de este tipo para la realización en Colunga de charlas, conferencias, etc., de realización periódica (¿dentro de la programación de la Casa de Cultura?), aunque de alcance limitado, podría tener interés para difundir el valor y también de la problemática de este patrimonio de incierto futuro. La investigación sobre el patrimonio Otros bienes del patrimonio etnográfico, mucho menos abundantes que los hórreos y paneras, como molinos, lavaderos, lagares, etc. participan de la amenaza que la pérdida de utilidad en nuestros días supone para ellos.

En otros casos se requieren actualizaciones de los inventarios por aparición de nuevos elementos, incluso muy destacados, en un bien insuficientemente descrito en el inventario, por ejemplo  GOB-ETN-04,  Ventana con arco de medio punto (p. 245/340 del T II de Patrimonio etnográfico), en cuya descripción se afirma que “se trata de la singular ventana de arco de medio punto con piedra sillar, careciendo de interés el resto del edificio” siendo así que hace pocos años se descubrió en el mismo edificio una puerta con arco de medio punto en piedra sillar de mucho mayor singularidad e interés que la ventana descrita.

Otros bienes incluidos en los inventarios son perfectos desconocidos para la mayor parte del público. Incluso se ignora por la mayoría y por completo su localización. Es el caso por ejemplo de gran parte de los restos arqueológicos prerromanos y romanos, que, por no ser visibles, o serlo muy escasamente, simplemente son ignorados: ¿cuántos colungueses saben dónde se descubrieron castros en el territorio del municipio y cuántos son? Pero esto, que se explica por la obviedad de que no se puede esperar que la sociedad se sienta atraída por restos invisibles (o casi), no quita para que sea necesaria una difusión de la información sobre estos bienes a través de publicaciones, conferencias periódicas de especialistas, inclusión de estos contenidos en la enseñanza u otros medios, que extienda entre la población un conocimiento que de otro modo sólo existe en unas pocas publicaciones de especialistas[2], no siempre accesibles para el ciudadano común.

En otros casos, por fin, sin duda habrá elementos susceptibles de ser incorporados en el futuro a los inventarios del patrimonio, por haber sido ignorados en su momento por razones diversas o por reconocérseles en años venideros méritos suficientes.

Para el conocimiento del patrimonio es muy importante el impulso de la investigación sobre el mismo. Un ejemplo de investigación (relativa al patrimonio etnográfico en este caso, y sin relación con el concejo de Colunga): Europa Nostra concedió en 2013 un premio a una investigación sobre hórreos en el occidente de Asturias y el oriente de Galicia. Sin duda este tipo de trabajos y su difusión ayuda al conocimiento del asunto y a la conciencia social sobre el mismo. Sin duda las administraciones públicas y las asociaciones culturales privadas pueden impulsar investigaciones de este tipo.

 

Los BIC del concejo de Colunga

Los Bienes de Interés Cultural, categoría máxima dentro del patrimonio cultural, se cuentan en el concejo de Colunga con los dedos de una mano. No todos son bienes singulares: uno de ellos es un conjunto (el centro histórico de Lastres). Otro, El Camino de Santiago, aparte de que como es obvio es supramunicipal y sólo una parte del mismo está contenida en el concejo de Colunga, tiene un carácter especial. Son los siguientes, según el listado citado más arriba, actualizado a fecha de julio de 2021[3]:

-IGLESIA DE SANTIAGO DE GOBIENDES GOBIENDES. COLUNGA. 03/06/1931 04/06/1931. GACETA

-PALACIO DE GOBIENDES GOBIENDES. COLUNGA. 07/07/1973 30/08/1973 BOE

-CONJUNTO HISTÓRICO DE LASTRES LASTRES. COLUNGA. 07/05/1992 29/05/1992. BOPA

-IGLESIA DE SANTA MARÍA DE SÁDABA. LASTRES. COLUNGA. 26/11/1992 05/01/1993. BOE

-CAMINO DE SANTIAGO. DELIMITACIÓN DEL ENTORNO DE PROTECCIÓN. COLUNGA. SUPRAMUNICIPAL. 22/06/2006 29/06/2006. BOPA

Los BIC se benefician doblemente de ser muy conocidos por la sociedad y de gozar de la máxima protección. El mismo conocimiento social de su importancia es un factor sumamente importante que actúa a favor de su conservación y también de su difusión. Aun así, ¿están en una situación de conservación óptima? Es evidente que siempre podremos encontrar algún elemento negativo y mejorable. Un ejemplo podría ser el entorno de la iglesia de Santiago (como es sabido, los entornos de un BIC son también objeto de actuación a fin de favorecer la contemplación y la puesta en valor de éste). Y aunque las condiciones fueran óptimas hoy, nada garantiza que permanezcan así en el tiempo. Será para estos bienes también necesaria una vigilancia constante por parte de las administraciones y también sobre todo por parte de la sociedad.

 

El patrimonio cultural inmaterial

Es el más modernamente integrado en el patrimonio, y seguramente por ello el más ausente en la percepción social, y por ello el menos valorado, y está compuesto[4] por una multiplicidad de manifestaciones como expresiones lingüísticas, usos tradicionales, creencias, músicas tradicionales, fiestas, etc. Posiblemente su carácter líquido o cambiante constituye su mayor fragilidad y también explica la escasa percepción social de su importancia, salvo quizá en ciertos usos tradicionales tales como tradiciones festivas, culinarias, etc. Desde luego ya existen iniciativas que ayudan a la pervivencia de este patrimonio. Como ejemplo, se pueden citar las organizaciones de fiestas populares tradicionales, los festivales gastronómicos, etc., sin embargo, algunos aspectos del mismo padecen de falta de atención y están en riesgo de desaparición. Ha de señalarse que por ahora Asturias, y por lo tanto Colunga, no figura en el corto (poco más de diez bienes) listado de bienes declarados ni en el de buenas prácticas en España, si bien se sabe que en este año 2022 se estudiará por la UNESCO la posible declaración de la cultura sidrera asturiana como patrimonio inmaterial mundial, lo cual afectaría sin duda de lleno a Colunga, como integrante de la Comarca de la Sidra, pero desde luego no agotaría las posibilidades de inventario y protección del patrimonio inmaterial del concejo. Un ejemplo de proyectos que se podrían impulsar (como parte del patrimonio lingüístico) es el registro de la toponimia menuda, completando lo hecho en su día por Braulio Vigón (Apéndice de su Vocabulario dialectológico) y los más recientes (en este caso solamente relativos a unas pocas parroquias del concejo) por la Academia de la Llingua Asturiana. Hay que notar que la toponimia relativa a las fincas, bosques, etc. alejados de los núcleos de población corre riesgo de desaparición o deformación, simplemente por desconocimiento progresivo de las generaciones más jóvenes, que solamente en muy pocos casos mantienen vínculos con la actividad agrícola y ganadera.

 

La protección y recuperación del patrimonio

Las administraciones públicas tienen como es sabido un papel central al efecto. Es importante señalar además el papel creciente que en esta cuestión puede asumir la sociedad civil. Aparte de la responsabilidad de cada propietario sobre los bienes patrimoniales de los que es titular, las organizaciones sociales pueden alentar iniciativas muy interesantes al efecto. En Colunga una asociación vecinal, la asociación de vecinos “El Robledal” de Lue, impulsó la recuperación de un puente altomedieval de posible origen romano hace poco tiempo. Sin duda, la Asociación de Amigos del Concejo de Colunga podrá (ya ha empezado a hacerlo) promover el interés público por la conservación y recuperación del patrimonio colungués.

Un aspecto sumamente importante en la conservación y recuperación es la financiación, crónicamente escasa, pues nos enfrentamos a un gran número de bienes, a procesos de restauración que en ocasiones requieren muchos medios, y a unos presupuestos públicos que, con independencia de quién gobierne, cuentan con recursos muy medidos. Un ejemplo exitoso fue la restauración del centro histórico de Lastres (a cargo en su mayor parte, si no me equivoco, del 1,5% cultural). También se restauró en 1986 por la Consejería de Cultura la iglesia de Santiago de Goviendes. Pero también la sociedad civil puede colaborar. No hace mucho tiempo el Ayuntamiento de Bornos (Cádiz), careciendo de medios,  pudo completar la financiación de la restauración de un bien (un 25% de la misma, pues el 75% ya lo asumía la Administración del Estado con el 1,5% cultural) recurriendo al crowdfunding o microfinanciación colectiva.

 

Conclusiones

A juicio de quien esto escribe, se podría establecer una especie de guión de líneas maestras en relación con el patrimonio cultural del concejo de Colunga, que se podrían enunciar así:

Impulsar el conocimiento del patrimonio del concejo, favoreciendo la constante investigación sobre el mismo. Es necesaria la revisión y puesta al día permanentes de los inventarios disponibles. Para avanzar en el conocimiento es preciso impulsar la investigación.

Impulsar la difusión del patrimonio del concejo. La población del concejo debe ser lo más consciente que sea posible de la riqueza que posee. Esto redundará en una mejor protección de la misma. Es esencial que, entre otras medidas de difusión, se intente introducir en las materias impartidas en los centros escolares de Colunga, de un modo razonable, información sobre el patrimonio cultural material e inmaterial. También es importante la difusión más allá de los límites del concejo, utilizando los medios disponibles.

Promover la protección del patrimonio, reforzando cuando es posible la acción de los poderes públicos[5] y favoreciendo las iniciativas populares en el mismo sentido. Los poderes públicos deberán esforzarse por conseguir la financiación por las vías a su alcance. Cuando ello no sea posible, es necesario estudiar la  posibilidad de la financiación privada complementaria, explorando todas las posibilidades.

Promover especialmente el conocimiento, la difusión y la protección del patrimonio cultural inmaterial, por ser el menos conocido, el más recientemente reconocido y a menudo el más frágil o fugaz por su propia naturaleza.

 

 

Legislación fundamental

Son de aplicación en el Concejo de Colunga, aparte de las normas citadas en el apartado Concepto de patrimonio cultural, el Desarrollo parcial de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico español y el Reglamento que desarrolla la Ley 1/2001, de 6 de marzo del Patrimonio Cultural de Asturias. Ha de tenerse en cuenta también, aunque concierne a un único bien, la iglesia de Santiago de Goviendes, el Convenio de colaboración entre el Principado de Asturias, el Ministerio de Cultura, el Arzobispado de Oviedo y los Ayuntamientos de Oviedo, Lena, Colunga, Pravia, Las Regueras, Santo Adriano y Villaviciosa para la conservación de los monumentos prerrománicos asturianos

 

 

[1] Por ejemplo: “62 bienes arqueológicos del concejo de Colunga” (sin especificar). Sin embargo, es seguro que existe información detallada sobre cada uno de ellos en la Consejería de Cultura, y quizá en el propio Ayuntamiento de Colunga.

[2] Un documento importante sobre esta cuestión en particular es: Adán Álvarez, Gema. Prehistoria, época romana y Edad Media. Colunga-Caravia : Carta arqueológica, 1992 (https://ria.asturias.es/RIA/bitstream/123456789/1743/1/Archivo.pdf)

 

[3] Tomados por copia directa del listado. La primera fecha corresponde a la de declaración del bien. La segunda, a la publicación en el diario oficial.

 

[4] Véase la definición en la Convención de la UNESCO

[5] Administración del Estado, Administración del Principado y Ayuntamiento de Colunga. Éste cuenta con la FEMP, Federación española de Municipios y Provincias, que ha publicado distintas resoluciones de sus plenos relativas precisamente a la protección del patrimonio cultural, incluyendo algún plan de protección.

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