FERNANDO HEVIA SIERRA. UNA PRIMERA REFLEXION SOBRE EL FUTURO DEL CONCEJOejo

Hemos invitado a los miembros de la Asociación a participar en una reflexión colectiva sobre el futuro del Concejo. Os hacemos llegar hoy la primera contribución que hemos recibido. Nuestra intención es agrupar las que nos lleguen en un único texto que entregaríamos a todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento. Queremos fomentar así la participación de la sociedad civil en la elaboración y ejecución de las políticas públicas en beneficio del Concejo

 

FERNANDO HEVIA

Cuando pienso en el futuro de Colunga veo claramente que, además de su belleza natural, tiene que atraer a personas foráneas dispuestas a establecerse en el municipio o a usar su segunda residencia más a menudo, personas que puedan pasar semanas enteras en Colunga sin perder conexión con su mundo laboral o sus negocios. Por ello, además de internet -que es fundamental como todo el mundo sabe ya- yo daría prioridad a las empresas tecnológicas con algún vínculo con el Concejo y a las nuevas iniciativas. El futuro está en el mundo digital, la robótica, los coches eléctricos, las energías renovables, la ciberseguridad, la realidad virtual, etc. Así mismo, favorecería a los emprendedores con menos restricciones a la creación de pequeñas empresas, apoyando las transferencias descentralizadas y el comercio de criptomonedas (en principio todo aquello que se pueda hacer con el móvil o desde el domicilio, pues tras el Covid las viviendas transitan hacia oficinas individuales).

Con la inflación actual o que está aún por llegar, el dinero y las monedas como tales tienden a desaparecer, el FIAT -o papel moneda impreso sin correlación con el oro- está llamado a su devaluación imparable; ahorrar hoy día en efectivo es perder dinero. Es cierto que el crecimiento de las monedas virtuales fue desproporcionado en 2021 y tendrá que haber un reajuste, pero es interesante su implantación y evolución, así como se hace en países emergentes de América, favoreciendo el asentamiento de los «miners» o controladores de las transferencias de las cadenas de bloques que verifican las transacciones en internet. Asturias podría ser pionera en la regulación o reducción de las “taxes” e impuestos para aquellos que utilicen energía verde y recurran a los intercambios independientes de monedas y divisas para sus negocios, una realidad electrizante aún en desarrollo, igual que lo que está pasando con Metaverse y Facebook, ese mundo paralelo virtual donde todos acabaremos teniendo un personaje imaginario que nos identifique (o un avatar como en las películas).

Para atraer al inversor -al extranjero incluido- hay que dar garantías y expectativas de éxito que disminuyan el riesgo. El entorno rural del momento es por desgracia insuficiente y pesimista, con excesivas regulaciones, y las subvenciones no son la manera a largo plazo de gestionar los recursos económicos; el sector público ha demostrado no saber controlar el gasto eficientemente ni incentivar el asentamiento foráneo. Por ello, si la alcaldesa permitiera pagar los impuestos con tecnología digital, o si pagase los bonos e incrementos de sueldos de los funcionarios en cripto, tokens o recursos similares, llamaría mucho la atención de la comunidad digital. El sector público debe integrarse con las nuevas tecnologías descentralizadas, aunque eso signifique ceder cuota de poder, reduciendo en lo posible la carga impositiva, que no el poder recaudatorio. También creo que se debería cobrar al turista más que al residente, por ejemplo con máquinas que regulen el aparcamiento en verano y recauden fondos por ir en coche a la playa, como ya sucede en la mayoría de municipios costeros hoy en día. Y por supuesto incrementando la velocidad de navegación en internet y desarrollando la red 5G en toda la comarca, con especial relevancia a la energía no contaminante, con cargadores eléctricos potentes “superfast” (desgraciadamente no había ninguno este verano en toda Asturias). De esa manera atraerá inversión a la comarca, una zona privilegiada y que puede estar en la vanguardia de la conservación de los recursos naturales, impulsando una evolución sostenible que integre modernidad y naturaleza, animando a una Colunga repoblada e internacional, que no debe olvidar su riqueza patrimonial, de ahí el buen papel de la Asociación recuperando tradiciones y bienes históricos que pasan generalmente infravalorados, como la iglesia de Gobiendes, etc.

En fin, animo a todos los vecinos, desde mi ignorancia, a interesarse por el conocimiento del mundo digital imparable y apasionante, que se terminará fusionando con el analógico por completo y que primará a aquellos que antes se adapten en ambas realidades; una cosa es especular con activos intangibles que tienen mucho riesgo por su alta volatilidad -en un entorno global en cambio constante y aún pendiente de regulación- y otra distinta es conocer lo que significa, su funcionamiento, sus ventajas o cómo está cambiando el mundo financiero. Frente a esto, desde el Ayuntamiento se debería fomentar el aprendizaje y su aceptación pues no podemos estar de espaldas a esta revolución o nos quedaremos aislados sin recursos comercializables, como la aldea gala de Astérix pero sin poción mágica, esperando que pase esta pandemia en lugar de aceptarlo como algo que ha venido a quedarse entre nosotros y cuya solución no es obligarnos por ley a estar en casa como sucedió en 2020.

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