«ÁNGEL CUARTAS CRISTÓBAL, SEMINARISTA NATURAL DE LASTRES, DECLARADO BEATO POR LA SANTA SEDE»

Recientemente se ha hecho pública la aprobación del Decreto de Martirio de nueve seminaristas asturianos asesinados por odio a la Fe, entre 1934 y 1937. Seis de ellos murieron en octubre de 1934 y los otros 3 en 1936 y 1937 durante la Guerra Civil española. Entre los nuevos beatos se encuentra Angel Cuartas Cristóbal natural de Lastres, villa en la que nació el 1 de junio de 1910. La fecha de beatificación de todos ellos aún no ha sido determinada.

La búsqueda de información para la causa se remonta al año 1991 y ha culminado en una “Positio” de 900 folios en la que se concluye que los jóvenes asesinados mostraron tener conciencia del peligro de su situación y que, sin embargo, nunca renunciaron a su fidelidad vocacional. Como ha señalado el Arzobispo de Oviedo Mons. Jesús Sanz al recordar sus últimos instantes “se mantuvieron en todo momento firmes en la fe y la esperanza, rezaron el rosario e hicieron diversos ofrecimientos; conservaron hasta el fin la voluntad de sufrir por fidelidad a la fe, hasta la muerte”. La “Positio” señala que el motivo por el que fueron asesinados fue la animadversión a la religión, conocido como odium fidei (odio a la fe).

Por su parte el formador del Seminario Metropolitano, Diego Macías, ha subrayado que los seminaristas procedían de distintos lugares de Asturias y de muy diversas realidades: el mundo del mar, de la mina, del campo, etc. Además pertenecían a familias humildes que vivieron su fe en esos tiempos difíciles de una manera sencilla.

El padre del beato Angel Cuartas era pescador y su madre ama de casa. Fue el octavo de nueve hijos de una familia humilde en la que todos tenían que trabajar en cuanto tenían edad para ello. Su amigo Benito afirmaba que “entró en el Seminario por vocación, era igual que un santo, nunca tenía una mala palabra”. Sabía que corría peligro desde el año 1931, pero nunca quiso abandonar la opción de vida que había tomado.

Sus vecinos de Lastres recordaban a Angel Cuartas como un niño extremadamente transparente y noble, que muy pronto empezó a ir a trabajar con sus hermanos a una fábrica de pescado en el pueblo para obtener algo de dinero tan necesario para su numerosa familia. Con apenas 13 años ingresa en el Seminario de Valdediós y al cabo de varios años es trasladado al Seminario de Oviedo.

Angel Cuartas Cristóbal tenía 24 años cuando fue asesinado en 1934 durante la llamada Revolución de octubre en Asturias.  En ese convulso período revolucionario en Asturias un grupo de milicianos incendió el Convento de Santo Domingo y el Palacio Arzobispal de Oviedo y detuvieron a varios seminaristas que se habían refugiado en los sótanos de una casa sita en la “Travesía Monte de Santo Domingo” (hoy calle Melchor García Sampedro), tras huir del Seminario que estaba siendo atacado y destruido por los revolucionarios. Una vez descubiertos y detenidos, se cree que los insurrectos querían trasladarlos a la cárcel de Mieres pero finalmente optaron por fusilarlos por el camino, dejando con vida a uno de ellos porque “aún no era cura”. Este joven declaró años después que los seminaristas murieron lanzando vivas a Cristo Rey y a una España católica.

Los restos de Angel Cuartas estuvieron 2 años en una fosa común antes de ser rescatados por su familia y enterrados en el cementerio del Salvador en Oviedo. Dos años después serían llevados a Lastres donde reposaron hasta 2013, cuando serían definitivamente trasladados hasta el Seminario de Oviedo donde actualmente se encuentran.

 

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